"En ocasión de la reciente visita al país de Teodoro Obiang Nquema Mbasogo, Cristina Kirchner le manifestó su preocupación por la violación de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial. Es loable que nuestra Presidenta se preocupe por el respeto del sagrado valor de la vida en otros países, pero deviene inexplicable que nunca haya condenado los crímenes de lesa humanidad cometidos por la guerrilla. "Bien podría el presidente de Guinea Ecuatorial haberle señalado que existe una diferencia cuantitativa sustancial entre los 90 asesinatos presuntamente cometidos en su país y los mil crímenes ejecutados por montoneros y ERP en la década del 70, aquellos que hoy se intenta permanezcan impunes mediante la resolución N° 158, dictada por el procurador Righi en la que ordena a los fiscales no considerar de lesa humanidad tales aberrantes delitos. "Como hijo del coronel Argentino del Valle Larrabure, me resulta particularmente doloroso no haber visto a la doctora Kirchner ponderar el dictamen que el fiscal general Palacín dictó en la causa de mi padre, considerando su crimen de lesa humanidad, dolor que se acrecienta cuando veo los esfuerzos que actualmente se realizan para anularlo, llegando al extremo de citar de manera errónea párrafos del fallo dictado por el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia en la causa «Tadic». "Si la doctora Kirchner tiene a bien leerlo, comprobará que para la comisión de un crimen de lesa humanidad no es preciso, para los tribunales internacionales, que la organización guerrillera tenga control sobre un territorio o pueda moverse libremente en él. Basta que haya mediado instigación de su parte. "En síntesis: más que ver la paja en el ojo ajeno, recomiendo a la titular del Poder Ejecutivo ver la viga en el propio."
Arturo Larrabure alarrabure@hotmail.com
Carta publicada en Diario La Nación el 25 de febrero de 2008
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