sábado, 12 de enero de 2008

Diego Guelar y una autocrítica muy parcial

Sin lugar a dudas, Diego Guelar, Secretario de Relaciones Internacionales del PRO, es un hombre que ha cambiado mucho. De oficial montonero a embajador de Menem y actualmente ferviente devoto del PRO. No se trata de censurar las transformaciones. Por el contrario, los cambios y las autocríticas, cuando provienen del corazón, y son consecuentes con la verdad, forman parte del crecimiento personal.

El problema surge cuando la verdad se parcializa por sacralizar posiciones personales. En un reportaje recientemente concedido al diario Perfil, Diego Guelar festeja el fallo de la justicia que corona la impunidad de los crímenes montoneros, manifestando que, a diferencia de las organizaciones terroristas como ETA y Al Qaeda, la “orga”criolla no buscaba atentar contra civiles.

¿Es esto acaso verdad? ¿En qué categoría deben colocarse a John Patrick Egan (Cónsul de EEUU), José Ignacio Rucci (sindicalista), Arturo Mor Roig (Político), Josefina Cepeda (ama de casa), Francisco Soldati (empresario), Ricardo Durán (chofer), Susana Ferrari (estudiante), Félix Navazo (Dirigente estudiantil), Raul Amelong (empresario), Paula Lambrusccini (Estudiante), Roberto Uzal (Político), Orlanda Tiflis, David Kraiselburd (periodista), Victor Sanchez (sindicalista), Alberto Bosh (chofer), Alberto García (chofer), y tantos otros, ultimados por la demencia terrorista montonera?

Señor Diego Guelar: sin lugar a dudas usted tiene derecho a cambiar, pero no tiene derecho a engañar al pueblo argentino. Le pedimos simplemente que diga la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad… eso le dará sustento a su pretendida autocrítica y ayudará a las futuras generaciones a no volver a cometer los mismos errores.

María Cecilia Pando