Días pasados, en relación al suicidio de un oficial retirado del Ejército Argentino, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, sorprendía a la opinión pública pidiendo que sean investigados todos los hijos de militares que hubieran nacido entre 1976 y 1983, por ser probables hijos de desaparecidos apropiados ilegalmente por sus padres uniformados.
Partiendo de la visión “humanitaria” de la Sra Carlotto, y considerando que en la justicia montonera son todos culpables hasta que se pueda demostrar lo contrario, propongo incluir en la investigación a todos los hijos de familiares y amigos de los militares, a sus vecinos, a los que hayan participado en algún desfile castrense vivando a las fuerzas armadas, a los canillitas que normalmente les venden los diarios, al personal sanitario que los atiende, sin olvidar a los hijos de los carniceros, panaderos, verduleros y peluqueros, con residencia cercana a sus domicilios, que por tratar habitualmente con los nuevos leprosos del siglo XXI, hubieran podido recibir un bebé de dudoso origen.
Por supuesto, todo esto, por la justicia y los derechos humanos… Argentina, un país en serio.
María Cecilia Pando
DNI: 18470203
Carta publicada en La nación el Jueves 06 de marzo de 2008
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