sábado, 11 de agosto de 2007

Portar Uniforme

El 06 de agosto, decía en una Carta de Lectores una de las hijas del asesinado Teniente Coronel Ibarzábal que si nuestra sociedad fuera debidamente informada -tanto por la institución militar como por la prensa- de los valores morales de su padre y de las condiciones que rodearon a su muerte, seguramente otra hubiera sido la actitud del tribunal de La Plata para con la señora Cecilia Pando.

¿Cuánta verdad en sus palabras? ¿Cuánta vergüenza por nuestros silencios cómplices? Es hora de que los argentinos y muy especialmente los uniformados, hagamos un examen de conciencia para determinar nuestra responsabilidad en el olvido sistemático de las víctimas y caídos en la guerra contra el terrorismo en la década del 70.

Como oficial retirado del Ejército, en nombre de todos aquellos que sirvieron bajo mi mando en las filas de la institución, pido perdón a todas las víctimas del terrorismo marxista. Perdón por nuestros olvidos concientes e involuntarios. Por nuestros silencios y temores. Por nuestra apatía en la difusión de la verdadera historia. Por nuestra complicidad con la mentira. En definitiva, por olvidar que muchas veces, el portar uniforme exige algo más que humana prudencia.

Pedro Rafael Mercado
DNI: 18.046.597

Carta publicada en el diario La Nación el día viernes 10 de agosto

1 comentario:

Fernando Odriozola dijo...

Estimado Pedro:

Se dice por ahí que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.

Creo que se está cerca del comienzo de una etapa de cambio; de vientos frescos, de olvidar definitivamente este "sueño-realidad" encarnado por un profesional del odio y del rencor que cree que podrá manejar a todo el mundo como títere a su entero antojo.

El tema de ese valiente soldado que ha sido el segundo Jefe del Regimiento de Azul torturado y asesinado por los terroristas que hoy desde el gobierno "conducen" a nuestra querida patria, se enmarca en este descontrol kirchnerista.

Cuanto más podrá gobernar "K" y/o su aparente consorte en el futuro, ya que viven separados hace años y sólo se los ve juntos para la foto y para simular un aparente matrimonio disuelto hace años. No creo que mucho tiempo más en estas condiciones de franco resquebrajamiento de un país que se nos está cayendo a pedazos.

Los hombres de armas hoy están desarmados. Si hasta causa gracia ver a los policías de la Federal en los actos o manifestaciones con gran cantidad de público estar desarmados, ya que tienen directivas del Ministerio del Interior de que no pueden portar armas. Una verdadera locura. Me pregunto qué podría pasar si ese conjunto de violentos cuya expresión más notoria está encarnada en el grupo "Quebracho" se le dá por agredir a las fuerzas del orden e incluso a las propias autoridades ubicadas dentro de la Casa Rosada. Sin comentarios.

Creo que hoy las distintas conducciones de las FF AA -especialmente la del Ejército- no pueden portar su uniforme dignamente, ya que han callado y callan por conveniencia, miedo o simple estupidez los avasallamientos a que constantemente los somete "K" por ese odio visceral que experimenta por todo aquéllo que viste uniforme.

Han confundido valores irrenunciables y también confunden conceptos tales como subordinación con sometimiento y respeto con obsecuencia. Y todo esto por qué ? sencillamente por usufructuar de un un auto, un chofer , un secretario, un sueldo (pagado en su mayor parte en "negro") que cuando se retire se reducirá a la mitad o menos aún y ciertos "privilegios" (no tantos como los que poseen los políticos)como que le digan señor General; señor Almirante o señor Brigadier, pero sabiendo que ninguno ellos comanda realmente a su fuerza y que no tienen el respeto de sus subordinados ni de sus subalternos, ya que no puede exigir respeto quién no se respeta a si mismo y permite que la Institución a la que pertenecen sea mansillada por estos profesionales del odio, detenidos en el tiempo en la década del 70 y con una memoria parcial y tendenciosa de lo ocurrido en ese pasado reciente.

La esperanza es lo último que se pierde. Tengamos plena fe que no faltará mucho para que las FF AA vuelvan a ser nuevamente lo que fueron , aunque es de esperar que el "aprendizaje" de estos años debe servir para que no se cometan los mismos errores que se han cometido pretéritamente.

Cordialmente.

Fernando