viernes, 15 de septiembre de 2006

El Ejército, la autoridad y la ley

El día 15 de setiembre, luciendo con orgullo mi uniforme, ingresé a los Cuarteles del Regimiento de Infantería 1 Patricios. Como todos los años, me aprestaba a celebrar con mis camaradas el Acto Central por el Día de la Infantería. Para solventar los gastos de la ceremonia, todos los meses me fue descontada de mis magros haberes, una pequeña cuota. Pero bien valía la pena. La oportunidad del reencuentro con los camaradas. La alegría de sentir los valores compartidos del arma y de la institución.

Desde el día anterior, informaciones periodísticas hacían referencia a la presunta existencia de listas negras en la fuerza. Pero me negaba a aceptarlo. Mientras degustaba con nostalgia una marcha militar, un joven capitán con estampa de patricio se cuadra frente a mí. “Mi mayor, por orden del Jefe del Estado Mayor, usted tiene que retirarse de inmediato”. No era posible. Mi casa, mi segundo hogar me cerraba las puertas. No conforme con truncar mi carrera, también me negaban el derecho a disfrutar de una fiesta que consideraba en familia.

Cumplo en aclarar que no soy un delincuente. No he sido expulsado del Ejército, sigo siendo un Oficial Jefe en situación de Retiro. Como soldado por vocación desde los 12 años, conozco el sentido de la disciplina y de la autoridad. Por eso di cumplimiento a la orden... pero como ciudadano me pregunto ¿Tiene algún límite la autoridad del Jefe del Ejército? Yo creía que la ley era el fundamento de la autoridad. ¿Habrá cambiado esto en Argentina? ¿Seguirá la Dra Nilda Garré avalando medidas autoritarias en su Ministerio?.

Lic. Pedro Rafael Mercado
DNI: 18.046.597